18 de abril de 2012

Heidi Hankins: Niña Superdotada


                                                                 Heidi Hankins

El padre de Heidi tiene 47 años y es profesor de la Universidad de Southampton mientras que su madre, Sofía, es una artista de 43. Ellos notaron que, los primeros meses de vida de Heidi, podía articular palabras y, con un año, utilizaba oraciones completas. Con tan solo dos años sabía leer, sumar y restar, sin que nadie le hubiese enseñado, casi por instinto propio. Muy extraño para una chica de esa edad. Tiempo después pudo , dibujar personas, recitar poemas y leer libros que estaban destinados a chicos de 7 años.

La pequeña rubia británica de ojos verdes tiene un coeficiente de 159. Esto la ubica un punto por debajo de Einstein y muy cerca del físico Stephen Hawking y, por ese motivo, se convirtió en uno de los miembros más jóvenes que forman parte de Mensa (asociación internacional de superdotados), según revela el Daily Mail.
Al observar las capacidades de la niña, sus padres percibieron que no desarrollaba las mismas habilidades que los niños de su edad. Iba mucho más allá. Así lo narra su padre, Matthew Hankins, que afirma que "comenzó a realizar intentos para hablar desde el mismo minuto en que nació, aunque obviamente no podía verbalizar nada". "Cuando empezó a hablar, antes de cumplir un año, utilizaba oraciones completas", asegura.
La asociación internacional de superdotados, Mensa, ya cuenta con un nuevo miembro. El promedio de un adulto normal es de 100.



















El promedio para una persona adulta es de 100 mientras que alguien considerado superdotado llega a los 130. Los directores de Mensa aseguraron que trabajarán junto a la niña y sus padres para que pueda aprovechar su potencial.







Niños superdotados


El presidente ejecutivo de la asociación internacional de superdotados, John Stevenage, cree que los padres de Heidi "identificaron correctamente su gran potencial". En palabras de Stevenage, el propósito de la organización es facilitar un ambiente positivo para el desarrollo de sus miembros más jóvenes ya que, en ocasiones, los niños superdotados prefieren rodearse de gente mayor, que de niños de su edad.


Para Heidi, eso no ha sido un problema. Hasta ahora la pequeña ha interactuado bien en su guardería.


"Tenemos que encontrar la manera de mantenerla motivada, porque sabemos que será extremadamente importante. Le enseñarán a colorear, mientras ella ya será de capaz de leer libros diseñados para niños de 8 años", apunta Mattew Hankins.


Según Mensa, entre los signos de un niño superdotado se encuentran la memoria poco común, aprender a leer a temprana edad, tener una relación de cierto rechazo hacia otros niños y estar constantemente haciéndose preguntas.

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